Las lesiones por radiación son el daño producido en los tejidos a causa de una exposición a radiaciones.Por lo general, la radiación se refiere a ondas o partículas de alta energía emitidas por fuentes naturales o artificiales (generadas por el hombre). Las lesiones de los tejidos pueden ser causadas por una breve exposición a altos valores de radiación, o bien por una exposición prolongada a bajos niveles. Algunos efectos adversos de la radiación sólo duran poco tiempo; otros producen enfermedades crónicas. Los primeros efectos de dosis elevadas resultan obvios en cuestión de minutos o en los días posteriores a la exposición. Otros efectos no resultan evidentes hasta semanas, meses e incluso años después. Las mutaciones del material genético celular de los órganos sexuales pueden resultar evidentes sólo si una persona expuesta a la radiación tiene hijos; estos niños pueden nacer con defectos genéticos.
Causas
En el pasado, las fuentes perjudiciales de radiación incluían sólo los rayos X y los materiales radiactivos naturales como el uranio y el radón. Los rayos X que se utilizan en la actualidad para las pruebas de diagnóstico causan mucho menos efectos radiactivos que los utilizados en el pasado. Las fuentes más comunes de exposición a altos valores de radiación son los materiales radiactivos elaborados por el hombre que se utilizan en diversos tratamientos médicos, laboratorios científicos, industrias y reactores de energía nuclear.
Se han escapado accidentalmente grandes cantidades de radiación de las plantas de energía nuclear. En total, la exposición a la radiación generada por reactores en los primeros 40 años de uso de la energía nuclear, ha provocado 35 exposiciones graves con 10 muertos, aunque ningún caso se asoció a las plantas de energía. En los países industrializados, los reactores de energía nuclear deben cumplir estrictas medidas gubernamentales que limitan la cantidad de material radiactivo liberado a valores extremadamente bajos.
Los efectos perjudiciales de la radiación dependen de la cantidad , la duración y el grado de exposición. Una única dosis rápida de radiación puede ser mortal, pero la misma dosis total aplicada en un lapso de semanas o meses puede producir efectos mínimos. La dosis total y el grado de exposición determinan los efectos inmediatos sobre el material genético de las células.
Se llama dosis a la cantidad de radiación a la que está expuesta una persona durante un determinado período de tiempo. La dosis de radiación ambiental que resulta inevitable es baja, y no produce efectos detectables sobre el organismo. Por otra parte, los efectos de la radiación son acumulativos, es decir, cada exposición se suma a las anteriores hasta determinar la dosis total y su probable efecto sobre el organismo.
De la misma forma, a medida que aumenta la proporción de la dosis o la dosis total, también aumenta la probabilidad de que se produzcan efectos detectables.
Los efectos de la radiación también dependen del porcentaje del organismo que resulta expuesto. Por ejemplo, más de 6 grays suelen causar la muerte cuando la radiación se distribuye sobre toda la superficie corporal. Sin embargo, cuando se restringe a un área pequeña, como sucede en la terapia contra el cáncer, es posible aplicar tres o cuatro veces esta cantidad sin que se produzcan daños graves en el organismo. La distribución de la radiación en el cuerpo también es importante. Las partes del mismo en las que las células se multiplican rápidamente, como el intestino y la médula ósea, resultan más dañadas por la radiación que los tejidos cuyas células se multiplican más lentamente, como los músculos y los tendones. Durante la radioterapia contra el cáncer se hace todo lo posible por proteger las partes más vulnerables del organismo, con el fin de pasar a utilizar dosis más elevadas.
Fuente: http://msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_24/seccion_24_279.html
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