A pesar de que el Sol emite varios tipos de radiaciones, solo un porcentaje de ellas llega hasta la superficie de nuestro planeta. Las radiaciones electromagnéticas no pueden atravesar cualquier material, sino que eso depende de la longitud de la onda. Las radiaciones UV-C por ejemplo, interacionan con algunos gases normalmente acumulados en la atmósfera, como el ozono y por esa razón no llegan hasta la superficie terrestre, Este gas es el principal causante de que la radiación UV-C no dañe a los seres vivos de nuestro planeta, y su concentración representa alrededor de 27 000 000 de molécuas de ozono por centímetro cuadrado, y los valores normales están cerca de 300 UD-
Hace mas de cincuenta años, las fábricas de aerosoles comenzaron a emplear compuestos clorofluorocarbonados (CFC) y sustancias denominadas halones. Estos compuestos resultaban estables, no inflamables, no eran tóxicos para las personas y además eran de muy bajo precio. Sin embargo, a partir de 1970, algunos descubrimientos científicos comenzaron a mostrar que estos compuestos no eran óptimos como parecían.
Al decir que los halones y los CFC son compuestos muy estables, decimos que prácticamente nada los descompone. Sin embargo, las radiaciones ultravioleta si pueden romper las moléculas de estos compuesos. Al romperse, se liberan átomos de cloro y bromo, que reaccionan con el ozono y lo destruyen.
La liberación de estos compuestos a la atmósfera durante cincuenta años terminó por producir un desastre: el cloro y el bromo consumieron una parte muy importante del ozono atmosférico. Al disminuir la concentración de ozono en la atmósfera, comenzó a formarse el denominado "agujero de ozono", que en realidad no es un agujero sino una zona en la cual la concentración de este gas es peligrosamente baja. La cantidad de ozono llegó a descender hasta un 60% en la Antártida y en el sur de nuestro país, un 25 %
Por estas razones, las organizaciones dedicadas a la preservación ambiental impulsaron el reemplazo de esos compuestos por otros que no consumieran el ozono de la atmósfera. Los productos en los que se empleanam los halones y CFC utilizan ahora otros compuestos que no dañan la capa de ozono.
Progreso del 'agujero' en la capa de ozono con el paso de los años. La escala de colores muestra los valores de concentración de ozono, expresadas en unidades Dobson.